|
Este artículo cubre el octavo episodio publicado por la revista Young Animal. Puede que estés buscando el octavo episodio publicado en Animal House bajo el término Venganza. |
"Asesino (1)" (暗殺者① Ansatsusha (1)?, titulado igual en la traducción de Panini México y Argentina; "La conjura (1a parte)" en la traducción de Mangaline; y "El asesino (1)" en las traducciones de Daruma Serveis Lingüístics para las ediciones de España de Glénat, EDT y Panini) es el episodio 8 del manga Berserk. Apareció en el número 03 de 1993 de la revista Young Animal, publicada el 22 de enero. Forma parte de la saga La Edad de Oro.
Argumento[]
Griffith es asaetado en la caza de otoño.
La caza de otoño inicia con nobles de Midland, el rey, Julius y la Banda del Halcón como sus guardas. El rey se niega a participar, excusándose por su edad, estando ahí únicamente de espectador. Por otro lado, Julius observa a un ballestero, quien le hace un gesto, todo de acuerdo a su plan. Guts ahuyenta a unos zorros, quejándose por hacer ese tipo de labor con nobles, prefiriendo blandir su espada. Corcus recrimina a Guts, diciéndole que se trata de una labor que sólo los nobles Caballeros del Dragón Blanco hacían, recalcando que es un privilegio que los hayan invitado. Casca observa a un Guts algo desanimado hasta que nota la presencia de la princesa Charlotte. Mientras esta observa disgustada la cacería, Griffith la saluda y empieza a charlar con ella. La princesa le dice tímidamente que es su primera vez en ese tipo de actividades, quejándose de lo cruel que es la cacería, así como la guerra en sí.
El Halcón toma una hoja, produciendo un sonido. La princesa lo imita y se divierten. Por otro lado, Casca les observa cabizbaja, mientras que Guts nota que algo se dirige donde está el Halcón. A un lado de la princesa aparece un jabalí corriendo, lo que asusta a su caballo, el cual huye despavorido y sin rumbo. Griffith entonces sigue a la princesa, mientras que Julius avisa con su expresión al ballestero para que actúe. El caballo de la princesa se dirige al río, siendo tranquilizado por el Halcón. La princesa abraza desesperada al Halcón mientras le agradece lo que ha hecho. Cuándo el Halcón pide a la princesa que regresen, es asaetado en el pecho.
