"Advenimiento" (降臨 Kōrin?, titulado igual en las traducciones de Daruma Serveis Lingüístics para las ediciones de España de Glénat, EDT y Panini y en la traducción de Panini México y Argentina) es el episodio 75 del manga Berserk. Apareció en el número 06 de 1996 de la revista Young Animal, publicada el 8 de marzo. Forma parte de la saga La Edad de Oro.
Argumento[]
La Banda del Halcón, aterrados por todo el panorama macabro, observan a una desnuda y gigantesca mujer voluptuosa emerger de uno de los rostros del terreno. Unas emplumadas alas negras aparecen desde la espalda de la mujer, gimiendo de placer al aparecerse entre la multitud. Acto seguido, se desprenden sus plumas, convirtiéndose sus alas en unas similares a las de un murciélago. Su cabellos parecen convertirse en tentáculos, adquiriendo una especie de corsé sin busto y algo como un collar en su cuello. Al instante que los miembros de la Banda del Halcón comentan lo que acaban de ver, emerge el gigantesco rostro de un hombre gordo con lo que parecen ser lentes desde los atormentados espíritus del cielo, disminuyendo significativamente su tamaño al llegar. Esta entidad ríe ante los atemorizados mercenarios, emergiendo de los rostros otro hombre gordo que mantiene los ojos cerrados y los labios abiertos, con unos brazos y manos irreales y unos tentáculos. Temblando de miedo, Corcus vuelve a intentar convencerse que es un ensueño, pero otro miembro apunta aterrado al eclipse. Del aparente fenómeno celeste emerge la silueta de otro ente maligno. Esta silueta se materializa en un hombre cubierto con una especie de capa, teniendo el rostro con signos de tortura y el cerebro descubierto.
Guts observa atónito a estas cuatro entidades, pensando si son dioses, aunque lo descarta al percibirlos más como demonios. Las extrañas personas inhumanas reverencian con clamor a estas entidades. Entonces, el ente del cerebro da la bienvenida a "los corderos del dios impío nacido del hombre", esperando que disfruten del sagrado festival nocturno. Acto seguido, apunta a Griffith, a quien se refiere como "el hijo divino elegido por las leyes de la causalidad, el Halcón". Los miembros de la Banda del Halcón y Griffith reaccionan ante sus palabras, prosiguiendo este con que el Halcón ha sido elegido por la mano de un gran dios. Los demás "ángeles" proclaman "somos parientes, oh bendito rey del anhelo" al Halcón. Al instante, el Halcón recuerda la alucinación que tuvo el día anterior en la Torre del Renacimiento. Unos miembros de la Banda del Halcón murmuran cuestionándose que ellos sean parientes de Griffith, mientras que un tembloroso Griffith intenta comunicarse con esos seres, lo que nota Guts. Guts enfurece. Sacando un cuchillo, apunta con este a los seres, exclamando de mala manera que tienen que estar de broma. Los demás se sorprenden por la actitud de Guts, mientras que los entes parecen fascinados. Guts les reclama que primero los envíen a ese agujero de mala muerte para luego hablarles de lo que les da la gana. El mercenario rechaza sus presuntas y absurdas declaraciones, alegando que al Halcón no le había crecido ni una cola o algo ya que lo vio desnudo antes, exigiendo que no lo asocien con ellos. Casca pone atención en Guts mientras los ángeles no contienen la risa. La ángel alaba la fuerte amistad, asegurando que serán un excelente sacrificio mientras se saborea los labios. Los miembros de la Banda del Halcón se sorprenden repitiendo la última palabra, reafirmándolo esta, añadiendo que con ello él podrá convertirse en un rey demonio, agarrándose los pechos excitada.