"La mañana de la partida (2)" (旅立ちの朝② Tabidachi no asa (2)?, titulado igual en las traducciones de Daruma Serveis Lingüístics para las ediciones de España de Glénat, EDT y Panini y la traducción de Panini México y Argentina) es el episodio 35 del manga Berserk. Apareció en el número 09 de 1994 de la revista Young Animal, publicada el 22 de abril. Forma parte de la saga La Edad de Oro.
Argumento[]
Griffith pregunta a Guts si realmente piensa irse y dejar la Banda del Halcón. Este lo confirma, pidiéndole disculpas. Griffith se ve afectado sin decir una palabra. Rickert intenta persuadir a Guts, pero Judeau lo detiene, diciéndole que él no tiene derecho de decidir por Guts. Rickert recalca que Guts es importante para la banda ya que es el capitán de la unidad de asalto, pero Corcus le pide que se calle, afirmando que la banda ya era invencible antes de Guts. Entonces, Corcus confiesa a Guts haberlo odiado siempre y que en más de una ocasión le apuntó por la espalda con su ballesta. También le confiesa no soportar ver su rostro, como si él fuera el único que anda sobre un profundo camino de sufrimiento que nadie más entiende, como si fuera alguien especial. El mercenario le echa en cara que nunca podrá ser como Griffith. Antes de retirarse, Guts piensa triste en la sugerencia de Judeau al cruzar miradas con Casca.
Sin embargo, Guts es interrumpido por el Halcón, quien desenfunda su sable con una expresión amenazante. Griffith recuerda haber dicho a Guts que su vida y muerte le pertenecían desde aquél día que le ganó en un duelo. Entonces, le dice que tendrá que derrotarlo si quiere liberarse de su yugo. Guts al notar que va en serio, levanta su espada. Casca intenta interponerse, pero un Griffith furioso blande su sable, mientras que Guts le pide no interferir, siendo forcejeada por Pippin. Judeau recuerda a Casca que así son las reglas de los mercenarios. Judeau también nota que Casca ha cambiado, ya que la de antes jamás hubiese cuestionado la decisión del Halcón, preguntándose si se habrá dado cuenta de eso. Guts nota la inusual y furiosa expresión de su compañero. Aunque sienta que Griffith lo odiara o lo tratara como un traidor, él no dará vuelta atrás, recordando que justamente fue por las palabras que dijo el Halcón aquella noche que tomó su decisión. Judeau reflexiona que, aunque Griffith es bastante habilidoso, Guts ha luchado al borde de la muerte en más de una ocasión, al punto de destacar por su fuerza y matanzas como capitán de asalto. También destaca que el rostro del Halcón carece de su compostura habitual, considerado que quizás sea un duelo equilibrado.