"Regresando con vida" (生還 Seikan?, titulado "El regreso" en las traducciones de Daruma Serveis Lingüístics para las ediciones de España de Glénat, EDT y Panini; y "Regreso con vida" en la traducción de Panini México y Argentina) es el episodio 21 del manga Berserk. Apareció en el número 17 de 1993 de la revista Young Animal, publicada el 27 de agosto. Forma parte de la saga La Edad de Oro.
Argumento[]
La lucha continúa con Guts herido y aparentemente agotado tras matar a la mitad de los hombres de Adon, por lo que este último motiva a los mercenarios suponiendo que tarde o temprano se agotaría por completo. Guts entonces asesina a diestra y siniestra a sus enemigos, mientras se cuestiona por qué está arriesgando su vida en lugar como ese, preguntándose si es por Casca o por simple supervivencia. Mientras tanto, Casca, desesperada pide a Judeau y sus hombres que la acompañen para ayudar a Guts, temiendo que lo hayan matado. Al llegar, Casca y Judeau observan atónitos los cadáveres de cien hombres mientras que Guts yacía en un árbol descansando. Casca corre preocupada hacía él, recibiendo una sonrisa de este último. Más tarde es auxiliado, mientras que este tercamente intenta levantarse alegando que está en condiciones para la guerra, molestando al médico. Por otro lado, Judeau parece notar que algo ha cambiado entre Casca y Guts. Judeau pregunta a Pippin dónde está Griffith, respondiendo que en un consejo de guerra en la base, afirmando que no vendrá hasta el día siguiente. Casca se retira triste de la carpa.
Al anochecer, Casca se encuentra pensando en las palabras de Guts (sobre regresar con el dueño de su espada) hasta que es abordada por Judeau, quien le pide que lo acompañe a charlar. Judeau le cuenta que, pese a la fuerte oposición de los nobles, Griffith de todas formas dio la orden de buscarlos, alegando que eran vitales para la banda y que jamás los dejaría morir. Casca llora, mientras que Judeau le entrega una bolsa. En ella hay polvo de alas de elfo, que cura todo tipo de heridas, diciéndole Judeau que un unte un poco al "asesino de cien hombres". Judeau le explica que lo consiguió hace unos años cuando formaba parte de un grupo de artistas callejeros, ya que un elfo que se encontraba ahí le regaló un poco al herirse en un accidente. Casca duda de la existencia de tales criaturas, a lo que Judeau le aclara que independientemente de si cree o no que existan, el efecto curativo de tal polvo es efectivo, alegando que lo ha salvado en más de una ocasión. Entonces Casca le agradece el obsequio y se retira apresurada hacía Guts, por lo que Judeau se pregunta qué habrá pasado entre ellos dos. Finalmente, Casca encuentra a Guts sentado junto a su espada en una colina, observando solitario el campamento a la distancia.